La sequía goleadora que hizo de Venezuela la selección con menos dianas de la eliminatoria sudamericana y la pérdida de puntos decisivos en casa frustraron la mejor oportunidad de la vinotinto para alcanzar su primer Mundial. Un milagro matemático tenía que concretarse en la tabla para que Venezuela, la única selección sudamericana que nunca ha disputado un Mundial, pudiera hacer realidad el “sueño mundialista”, pero el empate del viernes ante Paraguay puso punto y final amargo y abre un debate sobre el futuro de este deporte secundario en el país caribeño.
“Aunque Venezuela sigue teniendo una liga poco competitiva y le cuesta tener jugadores de élite para jugar en Europa o Latinoamérica, esta era la situación ideal para clasificar a un Mundial: no estaba Brasil, Paraguay no está en su mejor momento, Bolivia ya no tiene la altura como pretexto”, explicó a la AFP Jován Pulgarín, director del diario deportivo Líder.
Por su condición de antifitrión, Brasil, el gigante del fútbol latinoamericano con cinco Mundiales en sus vitrinas, estaba directamente clasificado y liberaba uno de los cinco cupos disponibles (cuatro más el repechaje), lo cual sumaba posibilidades a todos las selecciones con aspiraciones.
Uno de los datos que más salta la vista en la tabla es que Venezuela es el equipo menos goleador del campeonato, con 14 goles en los 16 partidos, a pesar de que cuenta con figuras de primer orden, como Salomón Rondón, estrella del ruso Rubin Kazan.
“Esto se debe al modelo y al estilo conservador de Farías (César, técnico). Venezuela tiene muy buenos delanteros, pero creo muy pocas ocasiones. Además, la mitad de los goles que hace son en jugadas a balón parado”, explicó por su parte el analista deportivo Ignacio Benedetti.
“Casi no existió juego asociativo arriba, pases cortos, paredes, toques de primera… En general Venezuela se defendió muy cerca de su propio arco e intentó una transición muy rápida en ataque. Siempre terminaba Arango (Juan, veterano centrocampista del Borussia Mönchengladbach) tirando un pelotazo buscando a los delanteros, que usualmente estaban en inferioridad numérica”, agregó. Otra causa que apuntan los analistas para explicar el “sueño roto” es la pérdida de puntos de la vinotinto en casa, con el 0-2 ante Chile, el 0-0 ante Ecuador, la derrota 0-1 ante Uruguay y el 1-1 ante Paraguay, es decir 10 de los 24 puntos disputados de local.
Nadie duda de que Farías superó el listón alto que dejó Páez al sacarle a Venezuela la etiqueta de “Cenicienta” de Sudamérica: agarró las riendas de la selección absoluta y las inferiores, llevó en 2009 a Venezuela al primer Mundial Sub-20 en Egipto hasta octavos de final y en 2011 logró el cuarto lugar en la Copa América.
“Con él se rejuveneció la selección nacional, hay más jugadores que juegan en Europa y otros ligas de Latinoamérica, se nacionalizaron jugadores que nacieron aquí pero que jugaron siempre en Europa, como Fernando Amorebieta o Andrés Túñez. Ha hecho que Venezuela sea un equipo muy difícil para los equipos fuera de casa”, explicó Pulgarín.
En el pasado premundial ya se vio que Venezuela estaba un peldaño por encima de Bolivia, en este se ha visto que ha estado por encima de Paraguay, Bolivia y de Perú. Venezuela es competitiva, pero ahora le falta saber competir, saberse meterse en el grupo de élite, hacerse respetar cuando juega de local. Pero también se le ha criticado mucho a Farías su filosofía de juego, sus cambios en los planteamientos tácticos, sus frecuentes desencuentros con la prensa y las polémicas con la clase política del país, y muchos consideran que debería renunciar, como ya viene insinuando desde hace meses.
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